foto por Monte Querido
La importancia de apoyar la agroecología y a los pequeños agricultores
En nuestro último artículo sobre los insumos agrícolas, el investigador Joaquín Chong Núñez describió la agricultura de Puerto Rico como una industrial. A pesar de que la agricultura de Puerto Rico sea una de producción a gran escala, el sector representa menos del uno por ciento de la economía del País. Además de la ineficiencia económica del sector, el modelo produce constantes daños significativos al bienestar del medio ambiente y el pueblo, lo que retrocede el desarrollo de un modelo más sostenible.
En las últimas décadas, la agricultura en Puerto Rico ha sido basada en los monocultivos, agroquímicos y en los insumos importados, según Salvador Coleman Tió, abogado y Coordinador de agroecología en Para la Naturaleza.
“Este es el sistema agrícola que se ha fomentado, desde el Departamento de Agricultura hasta las universidades”, expresó el abogado con especialidad en política pública para la sustentabilidad rural.
Según Coleman Tió, Puerto Rico necesita una nueva base social-agrícola, una cultura que valore la importancia de la agricultura como vínculo entre el bienestar del pueblo, la economía y el ambiente.
Los daños de un modelo industrial-agroquímico
Los monocultivos y el uso agroquímicos son característicos de una agricultura intensiva pero no saludable, lo que provoca la degradación del suelo – entre otros impactos ambientales – y una menor calidad alimentaria, añadió Coleman Tió.
Los monocultivos son un tipo de sistema de producción agrícola que dedica toda la tierra disponible a la siembra de una sola especie de cultivo. Aunque el monocultivo es considerado “conveniente”, el modelo muchas veces ocasiona daños irreversibles a la salud del suelo, pues altera el equilibrio natural del suelo dado a que demasiadas de las mismas especies en un área le roban al suelo sus nutrientes. Esto resulta en una disminución de la biodiversidad que se necesita para mantener la fertilidad del suelo. Consecuentemente, el suelo se vuelve susceptible a la degradación y plagas, lo que ocasiona la percibida necesidad de agroquímicos como fertilizantes y pesticidas.
Los agroquímicos son sustancias químicas utilizadas en la siembra que tienen muchas funciones como controlar o evitar las plagas, regular el crecimiento de los cultivos, proteger el suelo del deterioro, etc. A pesar de la “ayuda” que los agroquímicos proveen en la producción de cultivos, estas sustancias colaboran a la degradación de la salud del suelo, la contaminación del suelo y agua, y reducen la calidad orgánica de los productos (y, por lo tanto, de la salud humana). Además, muchos de los agroquímicos son a base de petróleo, como algunos fertilizantes, siguiendo el modelo lineal de extracción de recursos naturales.
“Hemos adoptado un modelo que tiene fecha de caducidad […] Es una agricultura que no responde a las necesidades de los puertorriqueños ni protege a los ecosistemas”, enfatizó Coleman Tió.
La necesidad de una agricultura endógena
La raíz del problema, según el abogado, no es solamente que se ha abandonado la agricultura – dado a la falta de incentivos, políticas públicas, etc. – sino que simplemente se ve como algo secundario.
La importancia de apoyar a los pequeños agricultores y el policultivo (sistema agrícola que consiste en producir simultáneamente cultivos diferentes en una misma siembra), explicó Coleman Tió, recae en que tenemos una agricultura que no es la apropiada para nuestra geografía y subestima nuestra capacidad.
“[La agricultura actual] no es el escenario del pequeño agricultor. Hay que hacer una agricultura tan variada como nuestros recursos y topografía, no puede ser una agricultura uniforme”, explicó el abogado.
Puerto Rico es un centro de biodiversidad en el Caribe que, según Coleman Tió, y tiene las condiciones óptimas para desarrollar un ecosistema empresarial alrededor de una agricultura local donde se producen todos o la mayoría de los insumos y una mayor variedad de cultivos (es decir, los policultivos).
Según el abogado – para poder lograr transicionar a una agricultura endógena, diversificada, regenerativa y en general más sostenible – se necesitan más recursos, más voluntad y mayor prioridad. Por ejemplo, se necesita mayor acceso al conocimiento de la agricultura sostenible para poder efectivamente transicionar de una industrial a una que trabaje a beneficio del pueblo y la naturaleza.
“El gobierno no ha logrado reconocer ni valorar que en lo pequeño hay grandeza […] Hay que buscar alternativas para hacer una mejor agricultura no solo a nivel finca, sino a nivel isla”, añadió Coleman Tió, enfatizando que es mejor para el ambiente y el pueblo tener más pequeños agricultores y fincas que fincas grandes de menor calidad.
Según Coleman Tió, hace falta mayor acceso a recursos básicos como el agua, la tierra y el capital. Además, resaltó la necesidad de que el gobierno apoye a los pequeños agricultores a través de más incentivos contributivos a fincas privadas para quienes quieran cultivar, así también promoviendo iniciativas colaborativas.
“Puerto Rico tiene la ventaja de estar en un escenario idóneo para hacer una agricultura sostenible, lo que se necesita es utilizar nuestras propias capacidades y condiciones a nuestro favor”, resaltó Coleman Tió, abogando por generar estrategias a base del contexto del País.
Si quieres apoyar la agricultura regenerativa de Puerto Rico, considera comprar tus productos directamente de un/a pequeño/a agricultor/a o en los siguientes mercados:
Mercado de la Cooperativa Orgánica Madre Tierra
Mercado Agrícola Natural en el Viejo San Juan
Mercado Agroecológico de Rincón
Además, considera apoyar a proyectos agrícolas como: